Este
poema, escrito por Rubén Darío en 1905, pertenece al movimiento modernista de
principios del siglo XX. El modernismo fue un movimiento del ámbito hispánico
que representó una actitud vital de rechazo del utilitarismo (doctrina
filosófica moderna que considera la utilidad como principio de la moral).
En
este poema podemos observar características del modernismo como pueden ser, por
ejemplo, la búsqueda de la belleza (cuando el autor nos habla sobre el mar
elogiándolo como algo armonioso y maravilloso) o la evasión en el tiempo (ya
que Rubén Darío habla de los "Colones"
y los "Vascos", refiriéndose a la época del descubrimiento de América).
Nos transmite mediante palabras sensaciones intensas y trata sobre algunos
seres mitológicos.
Dividiría
este poema en dos partes: la primera abarcaría desde “Mar armonioso” hasta “tu
alma invisible”, en la que se ensalza el mar y se habla de su belleza. Consigue
hacernos sentir el ritmo de las olas y presenciar a éstas rompiendo contra
otras olas, y para ello presenta una métrica irregular que nos recuerda a la
imagen de las olas. Nos hace evadirnos en el espacio y en el tiempo; la segunda
parte comprende el resto del poema y en ella nos cuenta los peligros se
encuentran en el mar y se han encontrado durante toda la historia.
Para
transmitirnos todas las sensaciones que este poema nos produce, el poeta ha
utilizado muchos recursos estilísticos, como pueden ser: la metonimia (al
hablar de “vela” en lugar de “barco), la sinestesia (“salada fragancia”,
“suaves horas”), anáforas y paralelismos (“mar maravilloso/ mar armonioso”,
“velas de los Colones/ velas de los Vascos”), encabalgamientos ("de arcadas de diamante que se rompen en vuelos/
rítmicos que denuncian algún ímpetu oculto"), personificaciones
(“mar paternal, mar santo”) …
Opino que todo el mundo tiene algo que le recuerda a su
infancia, y en algunas ocasiones es bueno recordarlo y traer a la memoria
aquellos recuerdos que en un punto de nuestra vida nos hicieron tan felices.
Las cosas que vivimos cuando somos pequeños son las que recordamos con una
mayor sonrisa, las que parecen estar hechas de magia. Nos conformábamos con muy
poco, y todo nos hacía feliz. Vivíamos la vida sin preocuparnos por nada, y eso
es lo que deberíamos hacer. Realizar de la vida un lugar agradable del que nos
podamos sentir orgullosos cuando pasen unos años.
"Vivir no es sólo existir, sino existir y crear,
saber gozar y sufrir, y no dormir sin soñar. Descansar es empezar a
morir."
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