Este texto, escrito en 2007 por Arturo Pérez-Reverte, expresa una opinión acerca de los obstáculos que la vida te pone en tu camino cuando estás formándote para llegar a ser alguien importante en tu vida y de las personas que te ayudan a sobrepasarlos.
Normalmente, cuando eres nuevo o principiante en algún arte o materia tienes miedo a fracasar. Tienes miedo a que los demás se lleven de ti una imagen errónea. A no esforzarte lo suficiente, o incluso a esforzarte y aún así hacerlo mal. Y son otras personas mucho más formadas y experimentadas las que nos hacen ver que el miedo no existe ne otro lugar sino en la mente, que hoy es el mañana acerca del cual te preocupabas ayer y que la confianza en si mismo es el primer secreto del éxito.
El autor nos relata en cuatro simples párrafos sus primeros pasos y anécdotas en el camino que tuvo que emprender hasta llegar a ser lo que verdaderamente quería: reportero.
El primer párrafo es una especie de agradecimiento a todas aquellas personas que le ofrecieron ayuda en el lugar y en el momento adecuado.
En el segundo párrafo llega a la conclusión de que todo novato ha de preguntar sus dudas a personas más sabias que nosotros; ya que así ganas más que pretendiendo saber todo lo que no sabes.
En el tercer párrafo, al igual que en el primero, agradece su ayuda a gente como Vicente Talón, Chema Pérez Castro o Manolo Cruz.
Y en el último y cuarto párrafo habla sobre Pepe Monerri y todas las cosas que le han enseñado y que a pesar de los treinta y nueve años que han pasado, Arturo Pérez-Reverte sigue recordando con nostalgia.
En mi caso, Pepe Monerri serían todos los profesores y familiares que me han ido ayudando a ser quién soy hoy. Todas esas personas han aportado su granito de arena y han hecho que aprenda a comportarme y a ser mejor persona.
Todos mis profesores, desde la primera tutora que tuve con dos años y medio, hasta la que tengo ahora con casi quince, han ido dejando una huella en mío que me ha ayudado a definir quién soy y quién quiero ser en mi vida.
Una de las cosas más importantes que he aprendido es que sólo yo puedo definir quién soy y sólo yo puedo puedo definir quién quiero ser, y que para ello debo esforzarme, ya que todo esfuerzo tiene su recompensa y el tiempo deja a cada uno en su lugar.
En el caso de Arturo Pérez-Reverte, él tenía miedo a no ser lo demasiado bueno que deseaba ser. Y sí, es muy duro fracasar, pero es todavía más duro rendirte antes de tiempo y ni siquiera haberlo intentado.
Tenemos siempre tendencia a pensar en los que nos podría salir mal, en lugar de centrarnos en dar lo mejor de nosotros mismos.
No hay que tener miedo de nada, ya que el miedo no lleva a ninguna parte y no es más que una sensación que nosotros mismos creamos.
Tenemos que aprender a aprovechar todos nuestros recursos y a hacer todo lo que esté en nuestras manos para crear nuestro propio futuro.
"El fracaso es sólo la oportunidad de empezar de nuevo de forma más inteligente."
No hay comentarios:
Publicar un comentario